Prof. Martín Uribe Saman
Candidato a Consejero regional por Pisco.
Cuando muchos afirmaban el final del socialismo real y confirmaban que no había mas camino que asumir una economía de mercado los más recalcitrantes defensores de esta tesis que impulsa la hegemonía del pensamiento único hoy hablan de izquierda , derecha centro-izquierda e incluso del centrismo ¿Qué paso? ¿Dónde quedaron los dogmas neoliberales de principios de los 90? ¿Cómo sucedió esta reconversión del credo? lo que está pasando hoy con la actual coyuntura electoral tiene como marco de referencia lo que viene pasando con las elecciones en Lima Metropolitana y la polarización entre cambio o continuismo.
El crecimiento electoral de Susana Villarán en las encuestas , la caída en un punto porcentual de Lourdes Flores, la capacidad de la misma para pasar a la ofensiva frente a la andanada de ataques contra nuestros militantes en sus lista , en efecto imperceptible que va teniendo los ataques contra el partido y la confirmación de que en el Perú los psicosociales y el fantasma de catalogar de terrorista a Patria Roja empieza a perder importancia entre los ciudadanos , quienes empiezan a analizar y comprender la manera sistemática de cómo opera la prensa reaccionaria contra una alternativa seria , de unidad y popular como la confluencia de FUERZA SOCIAL indican que los tiempos están cambiando .
Si hoy lo más conspicuo de la intelectualidad neoliberal siempre visceral y desenfadada para actuar cuando se cuestiona al modelo y se pone en peligro los privilegios de los grupos de poder empieza a recitar términos que antes dieron por impronunciables, por ser según ellos estigmatizados, atrasados y cavernarios. Es esa misma derecha que hoy dice que la candidatura de Susana Villarán, según Aldo M. “se aleja de la izquierda radical, también de la derecha, que tampoco está en el centro y agrega que lo de ella es una candidatura de izquierda moderada pero con un proyecto aún incierto”. Habrá que decirle que esta nueva correlación de fuerzas es producto de las aspiraciones del pueblo peruano de unidad, que tiene un corte progresista, que es democrático, que busca gobernar con, desde y para el pueblo y que si tiene un proyecto, una nueva Lima sin exclusiones.
Ahora nos corresponde en la región reproducir esta tendencia, afirmar como partido nuestro carácter democrático, unitario, amplio y a la vez ser un partido dirigente, conductor; pero para esto se requiere del debate directo, de cara a la población que ya está aprendiendo a entender que Patria Roja no es igual a terrorismo. Pasar a la ofensiva en la discusión política implica plantear agendas de debate, allí donde campea el marketing y la abrumadora publicidad. Para esto es necesario analizar a profundidad el fenómeno electoral de Lima y tenerlo como referente para discutir sobre nuestras peculiaridades electorales de nuestra región y de esta manera desmontar las letanías del credo neoliberal; decir que no solo la inversión económica extranjera salvará a Ica sino el fortalecimiento de las actividades productivas locales; que la municipalización de la educación es inviable porque se contradice con el Acuerdo Nacional firmado por el mismo partido de gobierno; propalar que se requiere un Gobierno Regional fuerte, planificador y dirigente del desarrollo, en contraposición de un Gobierno Regional burocrático y corrupto, pero que además en este periodo se cuestione que la democracia representativa sola no es suficiente y que se debe profundizar la democracia participativa y directa como expresión real de la autentica soberanía del pueblo. También expresar que un auténtico Gobierno Regional tiene que ser defensor de los derechos de campesinos y obreros en defecto de la flexibilización laboral que es un atropello más del sistema neoliberal.
Lecciones para aprender en este periodo las hay y habrá, pero para recoger las experiencias e instrumentalizarlas tendremos que ponerlas en práctica, quizás esta configuración de la candidatura de Fuerza Social sean los frutos tangibles de la terquedad por conseguir la unidad, frutos que nos corresponde como comunistas profundizar y defender, porque este sea talvez el preludio de lo que será el triunfo de muchas confluencias, alianzas y frentes electorales en todo el país que nos permitirán levantar como en antaño la vieja consigna ¡LA IZQUIERDA UNIDA, JAMAS SERA VENCIDA ¡ hoy más joven y más viva que nunca, para avanzar hacia el triunfo electoral de una candidatura de unidad, patriótica, democrática y de ancha base social que esperamos consolidar.
Como afirmara José Carlos Mariátegui: “Socialismo o Capitalismo esa es la disyuntiva de nuestro tiempo”, tiempo en el que el centrismo, la tercera vía y el fin de las ideologías no tienen cabida.
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